Sin las mujeres el mundo se paraliza. Esa era la premisa con la que empezó la jornada del 8 de marzo, día Internacional de la Mujer. Evidenciar lo necesarias que son en la sociedad a partir de su ausencia. Ese día una marea violeta salió de casas a reclamar los derechos que llevan siglos fuera de su alcance, haciendo historia.