Bueno conduce al Rayo a primera en una noche de goles

Como si de un concurso de supervivencia se tratara, Rayo y Celta se enfrentaban la noche del 5 de abril en el Estadio de Vallecas en uno de los partidos más importantes de la temporada. El objetivo de estos dos rivales directos era alejarse de los temidos puestos de descenso. Ambos equipos llegaban con muchas dudas, pero el conjunto dirigido por Luis Enrique parecía estar en desventaja: a la racha de partidos irregulares se unían las posibles bajas de Cabral y Rafinha, habituales en el once titular.

Se preveía un partido con una gran intensidad. Desde primeras horas de la tarde, los aledaños del estadio del Rayo Vallecano se llenaron de aficionados del Celta, que viajaron desde Vigo para apoyar a su equipo. En los bares las cervezas iban y venían y las compartían con los aficionados rivales. Una vez se abrieron las puertas, no quedó ni un asiento sin ocupar. Aunque podía ser considerado un partido de alta tensión, los hinchas de ambos equipos demostraron que el fútbol no siempre enfrenta a las personas, sino que también las une.

Los “onces” en juego

El Celta puso el balón en juego y lo dominó durante todo el encuentro, pero esto no fue suficiente. Durante la primera parte, parecía que los dos conjuntos se estaban tanteando, sin dar lugar a grandes ocasiones. Los primeros minutos se caracterizaron por un juego de todo menos vistoso marcado por las continuas pérdidas de balón.  El tradicional homenaje al equipo en el minuto 24 se mezcló con la celebración del primer tanto de Rubén Rochina en el 25:  todo el campo alzó sus bufandas y terminó bailando al ritmo de "The Final Countdown" de Europe.

Luis Enrique movió el banquillo en el descanso con el objetivo de enmendar los errores de los suyos, como la cantidad de córners y faltas desaprovechadas. Sin embargo, estos cambios fueron inútiles, ya que el Rayo volvió a golpear a los tres minutos. Alberto Bueno, que ya había perdonado en la primera parte, batió a Yoel con un potente derechazo. El delantero franjirrojo continuó siendo el protagonista del encuentro al marcar su segundo tanto y poniendo el resultado final en el marcador: 3-0.

Los momentos de mayor tensión se dieron a raíz de la expulsión Razvan Rat. El jugador del Rayo Vallecano propinó un cabezazo a Charles, uno de los jugadores más activos del Celta, que tuvo que salir del terreno de juego para ser atendido. El delantero finalmente fue sustituido al tener la nariz fracturada. El Comité de Competición, por su parte, ha impuesto a Rat una sanción de cuatro partidos, la mínima en lo que concierne a tarjetas rojas por agresión.

Al finalizar el partido, la plantilla del Rayo, dirigida por Paco Jémez, volvió a salir al césped para agradecer a su afición el apoyo incansable, en especial a los “Bukaneros”. Esta victoria les permite colocarse con 36 puntos en la clasificación liguera, los mismos que el Celta, al que superan por el "goal average". El descenso lo marca el Getafe con 31 puntos, por lo que esta ha sido solo una de las seis finales que les quedan a ambos equipos.

Galería del partido