En 1962, Leland C.Clarck Jr., descubrió un mecanismo rápido y fiable para detectar el nivel
de glucosa en sangre. Este dispositivo lo denominó “biosensor”, siendo capaz de identificar la
presencia de numerosas sustancias en una solución química o en el propio ambiente. Este
sistema de detección biológico ha contribuido a la seguridad y a la salud del conjunto de la
sociedad gracias a su amplio abanico de aplicaciones y usos.