GlocalPressUrjc

Menú principal

Se encuentra usted aquí

#RedesSociales

La fórmula del amor, un algoritmo

<
Ilustración sobre las nuevas formas de encontrar pareja.
Sergio conoció a su novia en Tinder. La iniciativa surgió un día de cañas con un amigo. Al quejarse de lo solo que estaba y lo poco que le apetecía salir para conocer a alguna chica, este lo invitó a hacerse un perfil en la aplicación para ligar. Sin embargo, Sergio lo rechazó, aunque no llegó a cerrarle la puerta a aquella posibilidad. Así pues, su amigo decidió tomar la iniciativa e instalársela. Allí realizó lo que él denomina “pesca de arrastre”, que consiste en aceptar a todas las chicas que aparecen en pantalla. Cuando empezó a hablar con Bea, su actual novia, decidió comenzar haciéndole reír con un chiste malo, y así, a través del humor, es como surgió el amor.

Al igual que Sergio, mucha gente decide crearse un perfil en este tipo de aplicaciones para poder conocer a gente cómodamente desde casa.

"Me parecía muy interesante conocer otros puntos de vista distintos a los míos"

<
Actualmente vivimos en una etapa en la que las tecnologías se desarrollan a velocidad de vértigo. Este hecho puede ser muy positivo si realizamos un buen uso de ellas, ya que en la red se crea y comparte constantemente contenido cada segundo. Alberto Sánchez Gutiérrez usó una plataforma ya consolidada entre el público joven y de mediana edad, en la que se suben fotos normalmente, para compartir con los demás usuarios algunos momentos de su vida. Sin embargo, tras verse en un ambiente monótono sin encontrar su sitio en esta red social, decidió crear otra cuenta para debatir sobre temas puntuales en el que cualquiera que lo desee puede exponer sus argumentos.

“La brecha digital no existe”

José Raúl Elola, Premio INCIBE al Cibercooperante del año en 2019
La sede de Forense Tecnológico se encuentra en una calle poco transitada de Vicálvaro, entre comercios locales. Su atrevida fachada roja incita a imaginar que lo que se encuentra tras sus muros no es una tienda de informática al uso, y su interior va incluso más allá. Viejas torres de ordenador se apilan hasta casi rozar el techo; cajas, cartuchos de impresora y teclados, cables, pero también medicinas. “Lo siento, nos pilláis con esto un poco revuelto, es que enviamos los materiales al Sahara Libre dentro de dos semanas”.

Un vecino de Vicálvaro

Desarrollo en Drupal por Suomitech