Manuel Sanz perdió su trabajo a los 49 años, tras la crisis de 2008. Con una familia y una hipoteca a sus espaldas, se vio obligado a realizar malabares para poder llegar a fin de mes. El sentimiento de culpabilidad al no poder sacar la casa adelante le reconcomía por dentro, pero era algo que solo podía hablar con la almohada. ¿Quién podía entender la situación de Manuel si ni él mismo podía? Sin embargo, todo cambió cuando las entidades públicas lo animaron a coger las riendas a su vida. Desde 2013, es director de Hombres Siglo XXI, una asociación que educa a los hombres con situaciones similares a las de Manuel y los ayuda a salir adelante.