Emilio Mochón Castaños (Madrid, 1981) empezó a practicar esgrima a los 23 años, después de que una lesión grave le impidiera continuar con el otro deporte que llevaba practicando toda la vida: el atletismo. A día de hoy, y desde hace un año y medio, dirige, mano a mano con el olímpico Fernando Medina, la Escuela de Esgrima de Vicálvaro. Solo en los primeros seis meses, consiguieron llenar más del 90 por ciento de sus plazas, y más de la mitad volvieron a apuntarse el año siguiente. “El arte de tocar sin ser tocado”, reza su lema.