Como si de los barquilleros de Cascorro o la calle Preciados entonando un chotis se tratase, las elecciones municipales a la capital llegarán con la resaca de la festividad de San Isidro. Tres años después de auparse a la alcaldía por el “plantón” de Gallardón a sus fieles votantes, Ana Botella abandona el Palacio de Comunicaciones con más éxito por el “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” que por sus méritos como alcaldesa.