En este país todos, quien más quien menos, hemos notado los efectos de la ya tan famosa crisis financiera. Los estudiantes, por ejemplo, hemos tenido que convivir con los efectos de los recortes a pesar de la subida de tasas en la matrícula. Estos recortes han conllevado la pérdida de calidad en el servicio y la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores de la Universidad Rey Juan Carlos; desde los profesores hasta los bedeles.