El coronavirus ha paralizado durante, a priori, 15 días la Comunidad de Madrid y con ello a sus más de seis millones y medio de habitantes. La precaución y la responsabilidad ciudadana han modificado las formas tradicionales de las relaciones en una región caracterizada por el bullicio, el ruido y el constante ajetreo. Sin embargo, pese a que existe este tema central en la agenda mediática otros acontecimientos siguen ocurriendo. Mientras que en Europa se lucha contra un virus, en Oriente Próximo lo hacen entre ellos. La guerra hace huir a muchos que se dirigen a través de Turquía a las fronteras griegas. La semana pasada, la población de la isla de Lesbos rechazó esta llegada de refugiados con insultos y bloqueos sistemáticos en las principales ciudades; sorprendiendo a la opinión internacional con su falta de humanidad.