Tras la renuncia de Benedicto XVI por “falta de fuerzas”, las miradas se centraron en la Capilla Sixtina, donde los 115 cardenales que forman el cónclave elegirían su sucesor con el Juicio Final de Miguel Ángel como testigo. Entre los favoritos se encontraban Angelo Scola, Odilo Scherer y Peter Turkson, pero todas las apuestas se quebraron cuando tras el esperado “Habemus Papam” apareció Jorge Mario Bergoglio, que adopta el nombre de Francisco I, a quien en su colegio recuerdan como un diablillo. El primer jesuita y el primer latinoamericano de la historia, y es que muchas son las curiosidades que rodean a este nuevo pontífice, que siguen incrementando las singularidades del Vaticano.