Según la Encuesta de Población Activa (EPA) en el último período de 2012 la tasa de paro en menores de 25 años que buscan trabajo en Europa se sitúa en el 22%, mientras que en España se duplica hasta un 55%. Como a lo largo de la historia de todos los gobiernos democráticos, hoy el desempleo juvenil supone un grave problema para España. Siempre candente y polémico, se ha intentado erradicar en numerosas ocasiones pero no siempre de manera acertada. El último desafío emana de las más recientes medidas adoptadas por la presidencia, que pretenden reactivar la economía de España fomentando el empleo juvenil. Sin embargo, esto conduce a los jóvenes a la precariedad en los trabajos a los que están sujetos.