Hoy en día, las personas contaminan su entorno con diversas sustancias que pueden ser peligrosas para la salud y el medio ambiente. Los desastres relacionados con derrames de sustancias como el petróleo no solo causan daños ambientales, sino que también generan pérdidas económicas. Esto se debe a que las técnicas clásicas de tratamiento son costosas y no del todo efectivas. Sin embargo, en los últimos años ha habido un uso creciente de una nueva tecnología para eliminar estos contaminantes: la biorremediación.
La biorremediación es una técnica que utiliza organismos vivos capaces de eliminar contaminantes o al menos convertirlos en productos menos tóxicos. Por lo general, se usaban plantas para esto, pero en los últimos años se ha observado que también se pueden usar microorganismos.
Sus ventajas ante las técnicas conocidas son sobresalientes, tal y como se muestra en el artículo elaborado por Meng Wang y sus colaboradores que aparece en el libro Handbook of Biorremediation. En primer lugar, no tiene impacto en el medio ambiente y se puede realizar utilizando energías limpias. Además, gracias a los microorganismos en cuestión, es posible eliminar más sustancias que con las técnicas convencionales.
En los capítulos 9 y 11 del libro Micorbial Biofilms in Bioremediation and Wastewater Treatment se hace una clasificación de esta técnica atendiendo a diversos criterios:
Según el lugar de realización del proceso de biorremediación se puede hablar de dos categorías: biorremediación in-situ o biorremediación ex-situ.
Dependiendo de la estrategia adoptada se puede distinguir entre bioremediación mediante bioaumento (adición de microorganismos) o mediante bioestimulación (adición de nutrientes).
La última clasificación sería según el organismo empleado: Primeramente, la micorremediación. Es una técnica que usa hongos capaces de producir sustancias que puedan eliminar los contaminantes. En segundo lugar, la fitorremediación que consiste en el empleo de especies de plantas capaces de extraer los contaminantes del suelo. Por último, la biorremediación microbiana. Esta técnica radica en el empleo de bacterias y otros microorganismos para eliminar contaminantes y otros productos nocivos.