Cuando hace dos meses me destinaron a Los Ángeles como corresponsal, pensé en aprovechar al máximo un destino tan cinematográfico a base de acudir a eventos, fiestas, estrenos y ver si se me pegaba algo del glamour que Hollywood tan bien nos ha vendido. Nunca imaginé que iba a presenciar una eclosión de rebeldía, contestación e indignación en la Meca del cine: Trump ha cambiado de forma no intencionada el ambiente de la ciudad, antes asociada a la frivolidad y el hedonismo y ahora principal foco de las marchas contra el actual presidente.
Desde el inicio de la campaña electoral, la mayoría de los actores se posicionaron contra Donald Trump, apoyando a Hillary Clinton o a Bernie Sanders, pero ha sido tras el discurso de Meryl Streep el pasado enero en los Globos de Oro, cuando ha comenzado la guerra Hollywood versus Trump. La intocable actriz, musa y mentora de muchas de las jóvenes actrices de Los Ángeles, inspiró las reacciones que he visto desde entonces: manifestaciones contra Trump, discursos y reivindicaciones varias. Y observo algo poco habitual como son las uniones entre personalidades del mundo de la música y del cine aliadas contra un objetivo común: un presidente que no les representa y que incluso les avergüenza.
Nueva era
En la pasada marcha contra Trump tuve la ocasión de hablar con algunos integrantes del colectivo cinematográfico (véase guionistas, actores, productores) y todas (porque la mayoría eran mujeres) coincidían en la misma idea: no les gusta que el resto del mundo los vea como el país que ha votado a un hombre machista, beligerante y con pocas -prácticamente nulas- habilidades diplomáticas y quieren dejar bien alto y claro que no se sienten representadas, que no están de acuerdo con sus políticas internacionales, sus torpezas diplomáticas y su trato hacia la mujer. Porque este último punto, el comportamiento y las declaraciones del presidente (on y off the record, eso no es lo relevante) sobre las mujeres, han sido la guinda del pastel y lo que ha animado a actrices de primer nivel poco habituales a comportamientos contestatarios a protestar públicamente contra Trump.
Estamos presenciando por tanto, una nueva era en Hollywood, que me recuerda a la época más rebelde de la ciudad, en los años 60 y 70, cuando actrices como Jane Fonda protestaron contra la guerra de Vietnam. Y me lleva a preguntar, ¿es Hollywood el enemigo de Trump y no Corea del Norte?