Algunos países como Dinamarca y Suecia ya están trabajando en sus propios pasaportes de vacunación. Así mismo, en Francia el debate también está cobrando fuerza por parte de los críticos, que piensan que los pasaportes de vacunación podrían convertirse en una forma de hacer obligatoria la inoculación y así poder abrir las fronteras en verano para el turismo.
La Unión Europea anunció este lunes a través de su presidenta, Ursula Von der Leyen, que presentará a lo largo del mes de marzo un “Pase Verde Digital” que servirá como prueba de que alguien ha sido vacunado y como soporte de información sobre los que ya han pasado la enfermedad de la Covid. El objetivo de la propuesta es garantizar el movimiento seguro de personas dentro del territorio comunitario, como medida de activación económica.
Aún así, la decisión de la UE ha despertado alarma entre los juristas, ya que son evidentes las implicaciones que este pasaporte sanitario puede tener en varios derechos fundamentales de los ciudadanos europeos.
Los temas claves que plantea el pasaporte de vacunación es el de su exigencia para optar a la movilidad de la población de un país a otro, e incluso dentro del propio país. Ello podría afectar gravemente al derecho de todos los ciudadanos europeos a la libertad de movimiento y a sus derechos esenciales, recogidos en los tratados europeos y en acuerdos importantes, como el de Schengen. Y más aún, cuando no se puede exigir la vacunación obligatoria.
En contra, choca con las presiones económicas de países con gran dependencia del turismo, como España, Grecia, Italia, Francia...
Si se creara cualquier certificado de vacunación exigible a efectos de la movilidad dentro de Europa, no cabe duda de que terminaría en el Tribunal de Luxemburgo y en el propio Tribunal de Estrasburgo.
España, dada su dependencia al turismo mencionada, se ha mostrado flexible en su apoyo a medias de esta índole. Anunciaba la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, “una prueba piloto para para testar la idoneidad del certificado digital de movilidad y cuyo desarrollo se agilizará desde la comisión interministerial.” Aseguraban además, que en ningún caso se trataría de algo discriminatorio puesto que las personas no vacunadas podrían seguir viajando de acuerdo con las medidas sanitarias actuales. De este modo, España se suma a los países de la Unión Europea interesados en implementar el pasaporte de vacunación con el fin de conseguir un turismo más seguro frente al COVID 19.
Por otro lado, las últimas informaciones recibidas del Ministerio de Sanidad indican que España no tiene sobre la mesa la idea de introducir algo similar a un ‘’pasaporte covid’’, el cual llevaría a los españoles a circular con libertad dentro del país y sería muy positivo, especialmente, para gente que lleva meses sin poder ver a sus familiares. Los inmunólogos explican que el ‘’pasaporte covid’’ otorgaría una falsa seguridad a los ciudadanos, puesto que no está demostrada la eficacia de la vacuna al 100%, ya que la necesaria rapidez con la que han tenido que desarrollarse no han permitido realizar las pruebas necesarias.
Y por otro, la creación de este pasaporte sí que animaría a los españoles a vacunarse, aunque el porcentaje de personas que por ahora reniega de la vacuna es solo de un 2%, lo que es una buena cifra comparada con niveles europeos.