CLAUDIA ESPINAR - MADRID / Actualizado 2 mayo 2020 - 22:50
Las tarjetas verdes o “green cards” dejarán de concederse al menos durante dos meses debido a la brutal destrucción de empleo que el país norteamericano experimenta con la crisis del Covid-19.
Con este endurecimiento de la política migratoria, el objetivo de Trump es proteger los empleos de los estadounidenses y no mermar aún más el mercado laboral de lo que la pandemia mundial lo está haciendo. Ya el pasado verano se dirigía a los inmigrantes legales como “carga pública para el país” al recibir beneficios si se quedaban permanentemente en Estados Unidos, por lo que buscaba reducir su número denegando ciertas solicitudes de residencia.
Aunque en un principio se habló de tres meses, la medida aprobada durará inicialmente 60 días con los que se tiene la intención de “ayudar a que los estadounidenses desempleados sean los primeros en la búsqueda de empleos mientras EEUU reabre”. La propagación del coronavirus ha hecho que la Administración Pública deje provisionalmente de funcionar al igual que el tráfico en los aeropuertos, factores que facilitan el descenso de inmigrantes.
A la paralización de las naturalizaciones de ciudadanos extranjeros también se suman los visados que no sean de turista, así como los de estudiantes, que tras finalizar estudios superiores tenían la oportunidad de trabajar un año en EEUU, donde el Covid-19 ya se ha cobrado la vida de más de 58.000 personas. No obstante, esta orden no afectará a los trabajadores del campo temporales, mayoría procedentes de México. Estos todavía pueden tramitar el documento tipo H-2A para cruzar la frontera y entrar a trabajar sin problemas.