Estos ecosistemas son una fuente importante de información. Conocer qué organismos habitan nos permitirá conocer el estado de nuestros océanos y gracias a ello, buscar soluciones sostenibles para su conservación. El plancton es un conjunto de numerosos microorganismos que flotan en el agua, que a simple vista parece carecer de importancia, pero en realidad es la base de la cadena alimenticia en los sistemas acuáticos de la que dependen numerosas especies. Otra de las funciones relevantes que tiene el plancton es actuar como bioindicador. Los bioindicadores son organismos cuya presencia o ausencia nos permite conocer el estado del ecosistema.
Por lo tanto, los cambios que sufra este conjunto de microorganismos a nivel poblacional o morfológico afectarán al resto de niveles tróficos, alterando el estado de los océanos. Además, muchos de estos organismos contienen un reservorio genético con potencial interés en la industria. Muchos de los genes identificados han tenido aplicaciones en el ámbito biotecnológico, farmacéutico como en el cosmético, alimentario y en las petroleras.
A lo largo de su historia, la Tierra ha afrontado grandes retos mostrando así su gran capacidad de adaptación y mejora. Está ha sido capaz de mantener a flote la vida en su interior tras sufrir las mayores extinciones conocidas, pero desde la Revolución Industrial, los humanos hemos alterado el sistema natural explotando de forma masiva un planeta con recursos limitados originando una de las mayores crisis conocidas, el cambio climático. Este evento sumado a la sobrepesca, el tráfico marítimo y las actividades de exploración es una de las tendencias destructivas de la salud de los océanos, ya que presenta impacto negativo al menos en el 41% de las especies marinas en peligro. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha visto obligada a revertir esta gran pérdida de biodiversidad a través del Tratado de Alta Mar, el cual establece medidas de mitigación y adaptación frente a los problemas nombrados anteriormente, lo que abre una puerta a la investigación favoreciendo la distribución de recursos genéticos.
El plancton, y más concretamente, el fitoplancton, juega un papel muy importante en los ecosistemas marinos. El fitoplancton es la parte del plancton encargada de realizar la fotosíntesis, atrapando así CO2 de la atmósfera. Debido a ello, este grupo de microorganismos es el principal productor primario del mar, el responsable de generar el 50% del oxígeno del mundo y tiene una labor fundamental en el ciclo del carbono. Además, el fitoplancton es la base de la cadena alimentaria marina, es decir, forma parte del alimento del resto de organismos que forman el ecosistema, por lo que los cambios en su composición o abundancia podrían desencadenar modificaciones en toda la cadena alimentaria/trófica. La función de estos organismos en los ecosistemas es esencial y hace que sean considerados indicadores importantes del cambio ambiental. Su estudio permite desarrollar estrategias sostenibles para la conservación de los mares y océanos, por lo que es necesario disponer de datos actualizados del plancton a nivel espacial, temporal y taxonómico, que nos permitirán cuantificar la biodiversidad, identificar especies invasoras, obtener información de cómo responde el fitoplancton al cambio climático y detectar nuevos problemas científicos y políticos.
Desde 1931, en nuestros mares disponemos del programa de muestreo biológico marino más extenso del mundo, llamado registrador continuo de plancton (CPR). El CPR es un dispositivo mecánico automático de registro de plancton, gracias a la cantidad de muestras que recoge podemos estudiar los patrones de distribución de estos seres vivos o los cambios que sufren sus poblaciones. Este programa lleva más de 90 años funcionando y gracias a ello disponemos de una gran fuente de información sobre el microbioma marino (plancton, bacterias, virus, y otros seres). De esta manera, se registran cientos de entidades biológicas que hacen del fitoplancton uno de los reservorios genéticos con mayor interés económico. Se espera que los grandes datos de los estudios ómicos (estudio de las moléculas), junto con el hecho de que ya existen muestras de muchas de las cuencas oceánicas del mundo, conduzcan a una nueva "era digital" del programa global de observación CPR de los océanos.
Para realzar el gran papel del fitoplancton para el hombre, uno de los muchos ejemplos, es la importancia de las algas fitoplanctónicas. Fueron propuestas y, ya en la actualidad, utilizadas como suplementos alimenticios, los cuales destacan los géneros Chlorella, Spirulina y Dunaliella. La última por su alto contenido de β-caroteno (empleado como colorante natural en la industria alimentaria, además de su poder antioxidante). También son usadas como fuente de ácidos grasos tipo omega 3, vitaminas, minerales y una gran diversidad de compuestos funcionales. En la alimentación animal se emplean diversos tipos de algas de los géneros Arthrospira, Chlorella, Scenedesmus y Spirulina, ya que mejoran la respuesta inmune, la infertilidad, el control de peso y producen una piel sana y brillante en mascotas.
Además, estos seres vivos fueron propuestos para ayudar en la restauración de ecosistemas, la disminución de las emisiones de efecto invernadero y hasta como productoras de biocombustibles. El uso de microalgas en la obtención de biodiesel, disminuye el 78 % de emisión de CO2, una alternativa mucho más saludable para La Tierra.
Se ha firmado un Real Decreto, a nivel internacional, llamado “Tratado de Mar”, el cual establece una protección del ecosistema marino, incluyendo a especies clave microscópicas, que ha demostrado ser de vital importancia. Conociendo los patrones de distribución y contribución del plancton al ecosistema marino podemos conocer la salud de los océanos y en consecuencia, desarrollar planes de gestión más eficaces. También podemos estudiar sus aplicaciones en la industria cosmética o farmacéutica, y en la industria alimentaria, ya que, al ser la base de la cadena trófica, la calidad del plancton acaba influyendo en los alimentos consumibles por el humano.
ENTREVISTA
Buenos días, estamos con Carolina Coyago y María Barrero, alumnas de 3º de Biología y vamos a hablar sobre un nuevo acuerdo que protegerá la biodiversidad.
P: ¿Creéis que existe mucho desconocimiento general de la población en referencia a la biología marina y en referencia al impacto que tiene está sobre la población?
R: Así es, creemos que al final hay mucho desconocimiento de los fondos marinos y de lo que son los océanos ya que los fondos marinos son de difícil acceso y además tienen una gran amplitud y profundidad entonces eso dificulta que se pueda investigar de una manera correcta como se haría en los ecosistemas terrestres.
P: El plancton anteriormente habéis explicado que es el comienzo de la cadena alimenticia de numerosas especies. ¿Qué pasaría si este desapareciera? ¿Cuál es la importancia real del plancton?
R: El plancton digamos que es un grupo de microorganismos que parecen carecer de importancia, pero realmente suponen algo muy importante y que hay que tener muy en cuenta a la hora del estudio y de conocer su morfología etc. Digamos que el plancton es la base en la cadena trófica porque enriquece la atmosfera con oxigeno y es el sustento de los medios de vida de más de 3.000 millones de organismos, es la base y el comienzo del resto de niveles que al final acaban en nosotros y por ello hay que tener muy claro cómo es su comportamiento y cómo protegerlo.
P: El ser humano ha generado a través de la sobrepesca, la pesca de arrastre y otras técnicas, un deterioro considerable de la biología marina. ¿Creéis que se está viendo una tendencia de mayor conservación del fondo marino o de la fauna marina, o por lo menos una mayor concienciación por parte de los propios pescadores, políticos e instituciones?
R: Así es, cada vez hay una mayor concienciación, es más, se sacó una ODS en 2017 en respuesta a la conservación de los ecosistemas marinos y ya no sólo en la fauna marina sino también en el microbioma que existe en los océanos. Ahora por ejemplo los científicos también hacemos muchas campañas para colegios e institutos de que se tiene que conservar este tipo de ecosistemas ya que al final interesa tanto a los políticos como a los pescadores y economistas porque si estamos usando este tipo de técnicas que son destructivas para más de una especie estamos cargándonos el hábitat donde pueden crecer especies de interés a nivel económico.
P: ¿Una reducción considerable del fitoplancton en el mundo que tipo de consecuencias podría conllevar?
R: En primer lugar, como hemos dicho antes el plancton y el fitoplancton es la base de la cadena trófica de la que dependen numerosos organismos, si este fitoplancton sufre algún tipo de efecto se reducirá entonces la productividad de los océanos. Digamos que las funciones principales que tiene es ser el productor primario, absorber el carbono (por lo tanto, tiene importantes influencias en el ciclo del carbono) y mantener el oxígeno. Ósea que al final el fitoplancton es la parte del plancton encargada de llevar a cabo la fotosíntesis y generar oxígeno que al final es lo que nosotros respiramos. En concreto produce casi el 50% del oxígeno que respiramos. Por otro lado funciona como indicador, de manera que conocer la estructura de estos organismos va a conseguir que podamos entender mejor el funcionamiento de nuestros océanos y llevar a cabo planes de conservación que se ajusten más a las medidas de protección que necesitan.
P: ¿Qué es el CPR? ¿Qué importancia tiene?
R: El CPR es una técnica que se usa desde 1931 y es un registrador continuo de plancton, es decir, esta máquina va por el fondo marino arrastrado por un barco recogiendo los microorganismos que viven en esos océanos o en esa parte del océano. Al final esto se lleva a un laboratorio y con ello podemos conocer la biodiversidad de microorganismos en el sitio de recogida. El CPR es un medio para un fin, que es conocer la biodiversidad de los océanos. También puede servir como prevención de futuras enfermedades porque al final si vemos que hay (por ejemplo) una bacteria que puede provocar cólera y nosotros ya lo hemos registrado y se ha visto en el laboratorio que está ahí podemos llevar a cabo acciones que permitan prevenir que surja la enfermedad.
P: ¿Qué es el Tratado del Mar? ¿Por qué es tan importante? ¿Cuál es su función?
R: El Tratado de Mar incluye un acuerdo que trata de imponer una protección estricta del océano fuera de las fronteras nacionales y normas para el uso sostenible de los recursos del océano. Básicamente es una solución digamos a corto plazo o una forma de concienciar a la gente de que hay que proteger estos ecosistemas y es algo que ya se está implementando a nivel más estricto por así decirlo, ya que se ha conseguido concienciar y de mostrar la importancia de conservar la salud de nuestros océanos porque al final constituyen el 70% de las masas de agua. Realmente se piensa que todo es la capa terrestre por así decirlo, pero muchos de los ecosistemas que hoy en día permiten la vida de incluso nosotros mismos radican en ese tipo de funciones que lleva a cabo el océano, entonces es una forma más estricta y directa de concienciar a la gente. Además, hay mucho que todavía no conocemos, al final sólo hemos estudiado un 5% de los océanos y ocurre lo mismo con los microorganismos. A día de hoy además hay muchas disciplinas que surgen nuevas que radican su estudio en los microorganismos y en las aplicaciones que tienen en salud, biotecnología, cosmética, etc.