“El sentido del voto del grupo parlamentario popular esta tarde, va a ser favorable a la iniciativa popular.” Así anunciaba su cambio de maniobra el Partido Popular el pasado día 12 respecto a la toma en consideración de la ILP que presentaba con casi el triple de las firmas necesarias la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. En contra de lo que tan sólo cinco horas antes había anunciado, Alfonso Alonso cambiaba el gesto a los periodistas fuera del hemiciclo. Dentro, hacía lo propio a las caras de sus señorías en el pleno, otro portavoz popular. Al PP le pesaron demasiado los 1.402.854 votos que llevaron la iniciativa al congreso. Más votos de los que tienen algunos de los partidos representados en la cámara.
Ada Colau lleva muchos más años trabajando en temas relacionados con la vivienda social. Pero en 1999 se inauguró la plataforma de Afectados por la Hipoteca. Desde entonces, han podido llevar al Congreso sus iniciativas a través de partidos políticos como Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya. El PSOE y el PP, siempre la tumbaron. Pero esto no fue portada de los periódicos entonces. Los ciudadanos desconocían términos que hoy entienden a la perfección como “dación en pago”. Han sido tantas las iniciativas populares denegadas en la democracia que entendemos que ningún medio de comunicación le dio más importancia. Pero algo pasó en mayo de 2011, dos años después, que hizo que la gente empezara a conocer ciertos términos, que los periódicos empezaran a hablar de ella, hasta este miércoles, en que esa proposición de la Plataforma ha sido portada de prácticamente la totalidad de los periódicos nacionales, a excepción de ABC.
Meses después de aquellos días de mayo de 2011 muchos pensaron y siguen pensando que no sirvió de mucho. Incluso muchos que creyeron ciegamente en la expresión de indignación que llenó las plazas de toda España se fueron desinflando. A muchos les convencieron también otras voces que decían que, sin un líder, el 15M había muerto.
El 15M y semejante manifestación de indignación no se materializó en un partido político, como muchos creían que debía ser su desarrollo natural. Pero esta semana hemos entendido mejor qué fue aquel movimiento. Cuando una de sus proposiciones ha logrado romper la barrera que separaba a los políticos de la gente. La barrera, tremenda ironía, que separaba el congreso de los diputados de la calle. El 15M habló de más representación ciudadana en la democracia, habló de reforma electoral, de dación en pago y de muchísimas cosas en las que ya muchos llevaban años trabajando. Les dio un altavoz con más potencia del que habían tenido durante años. Hizo que la gente conociera quién estaba detrás de todos esos trabajos.
Las 1.402.854 personas que firmaron la ILP son indignados. Y dos años después de las revueltas, su voz se ha escuchado en el Congreso de los Diputados. ¿Alguien se atreve a decir ahora que el 15M está muerto? Esta no será la última vez en la que una de las propuestas de los indignados se debata en la esfera pública y entre en el congreso para cambiar una ley. Las plataformas, las agrupaciones, las asociaciones que luchaban antes del 15 M por daciones en pago, cambio de la ley electoral, listas abiertas en las elecciones, etc… serán elevadas a la primera línea de la actualidad con el calor, la fuerza y la luz que recibieron de aquellos que manifestaron su indignación aquellos días de Mayo. El 15M sigue vivo dando el aliento suficiente a quien quiere cambiar las cosas. Lo de esta semana ha sido un pequeño paso para la reforma de la ley hipotecaria, ni siquiera será aprobada la dación en pago, y las otras dos peticiones que llevaba. Pero ha sido un gran paso para que la voz de la gente entre por fin en el Congreso y, al menos, sea escuchada. Su voz indignada.