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Rafael Bustos García de Castro: “La democracia argelina no representa el poder real que mueve los hilos”

Entrevista
Internacional
Estamos con Rafael Bustos García de Castro, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, coordinador científico de OPEMAM, el Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán, e investigador asociado al IREMAM, institución francesa ligada al centro nacional de estudios científicos dedicado al estudio del mundo árabe.

 

Pregunta: Queríamos hablar de la situación que está viviendo ahora mismo Argelia. ¿Qué es el Hirak argelino?

Rafael Bustos: El Hirak argelino es un movimiento de protesta que empieza hace justo un año. Está muy bien que se haga la entrevista porque se ha cumplido un año de las revueltas. Comenzaron justo cuando se anunció el quinto mandato de un presidente que está muy enfermo, Abdelaziz Buteflika. El régimen anuncia en ese momento que se va a presentar a un quinto mandato por cinco años más. Lleva enfermo desde el año 2013, con un infarto cerebral y está disminuido en sus capacidades. Eso fue la gota que colmó el vaso y a partir del 22 de febrero de 2019 se pone en marcha un movimiento de protesta a escala nacional del sistema político para quitarse a la clase dirigente de encima.

 

P: Claro, porque técnicamente Argelia sí que está en una democracia, sin embargo, el sistema no cubre esa adversidad. ¿Cómo se encuentra actualmente?

R.B: Es un sistema presidencialista, tiene elecciones regulares, pero al final es una estructura superficial. No representa el poder real que mueve los hilos.

 

P: Ya han conseguido que Abdelaziz renuncie a ese quinto mandato y también como presidente. ¿Hasta cuando cree que va a continuar el movimiento?

R.B: Han conseguido cosas importantes, por ejemplo, que Abdelaziz Buteflika renunciara al quinto mandato y renunciará a la presidencia. En teoría ahora está retirado. Pero aún así siguen planteando otras reivindicaciones. Se han opuesto a las ultimas elecciones del 12 de diciembre del año pasado. Fueron unas elecciones boicoteadas por el Hirak y la población argelina. La Hirak continua desde el día siguiente a las elecciones. El Hirak no se ha interrumpido, sigue viernes tras viernes, martes tras martes, diciendo que este no es nuestro presidente y que no nos representa. Ellos no confían en las reformas que ahora promete, siguen exigiendo la liberación de detenidos políticos, que son más de 140 en todo el país, que se levante la censura sobre los medios de comunicación, sobre la judicatura,  y de una serie de demandas básicas que se siguen planteando.

 

P: ¿Qué relación tienen los hechos que están ocurriendo con todas las pasadas primaveras árabes que se dieron anteriormente?

R.B: Tienen mucho que ver, prácticamente sería el mismo fenómeno en otro momento. Es una movilización muy pacifica que quizás por eso no sale en los medios de comunicación últimamente, pero tiene elementos centrales como no perder el carácter pacifico. ¿Por qué ahora? Cada país sigue su ritmo. Podríamos llamarle otro episodio más de las primaveras árabes, otro movimiento de protesta democráticos. Solo que, en el caso de Argelia, las reivindicaciones enlazan con la guerra de independencia, tiene un calado más hondo.

 

P: ¿Cuál ha sido la reacción de Francia en todo lo que está ocurriendo?

R.B: Las relaciones son muy sensibles entre los dos países. En cualquier momento que Francia dice una palabra más alta que la otra o se entromete demasiado, los políticos y la clase social civil argelina protesta y piensa que eso es un acto de intromisión postcolonial de Francia. Por eso el gobierno francés ha sido bastante cauto, como también lo ha sido la Unión Europea, España y los países de la zona.

 

P: ¿Cree que puede tener consecuencias para nuestro país o para Europa en general?

R.B: Por supuesto, lo que ocurra en un país de 40 millones de habitantes que está aquí al lado tiene incidencia para España.

 

P: ¿Qué opina usted o que predicción tiene del Hirak?

R.B: Es un proceso político totalmente distinto del que está planteado sobre la mesa ahora mismo. Pero de momento falta esperar y ver como se desarrolla. Ahora mismo es un poco prematuro.

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