Estas iniciativas han sido impulsadas por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía desde el año 1996. El proyecto se inició en 1997 con cuatro quebrantahuesos cautivos, y está previsto que las aves que han nacido en cautividad puedan ser introducidas en la naturaleza sin problema alguno.
Los modelos de simulación llevados a cabo por este proyecto consisten en la mejora del parámetro demográfico de la población cautiva y la extracción de sus huevos, la cual es una técnica que está comprobado que es efectiva para los quebrantahuesos. El problema se encuentra en los costes que este mantenimiento en cautiverio generan, algo que podría reducirse con su liberación.
El principal objetivo del llamado “Proyecto Cazorla” es restablecer la población de quebrantahuesos en 15 parejas reproductoras. Las bases de este proyecto se encuentran en otro realizado en 1978 en los Alpes europeos cuando se reintrodujo en la naturaleza a esta rapaz.
El problema con esta especie es que su población en las montañas del sur de España ha ido desapareciendo como resultado de su persecución durante el siglo XX. Siendo el último ejemplar desapareció en 1987 en la sierra de Cazorla (Jaén). A pesar de esto, en España la especie está protegida legalmente y su persecución ya no es un problema.
La duración mínima para que el proyecto tenga los resultados esperados sería de 35 años, aunque si se mejoraran los parámetros demográficos de la población cautiva, el tiempo de duración podría bajar hasta diez años. En definitiva, es un proyecto a largo plazo, el cual necesita el compromiso de mantener la inversión el tiempo suficiente para poder garantizar el éxito.