Nuestro continente afronta el mayor drama migratorio desde hace setenta años. Los gobiernos retrasan el momento de tomar decisiones, a pesar de que el número de refugiados solo supone un 0,15% con respecto a la totalidad de la población europea. Según la Organización Mundial de las Migraciones 2.600 personas han fallecido intentando cruzar el Mediterráneo.