P: Algunos lo han calificado como el Chernobyl madrileño, ¿cómo describirías la situación actual del Parque Regional del Río Guadarrama?
R: La situación, en primer lugar, creo que no es actual. Creo que es un problema que se lleva arrastrando desde hace muchos años y en el que se juntan o confluyen muchísimas circunstancias. La primera de todas es que en esa zona confluyen la competencia de diferentes administraciones: la estatal, la regional y, en las mínimas, las municipales. Con lo cual, no es algo que sea por algo puntual, sino que es un problema que se lleva arrastrando muchos años, además, de los asentamientos que hay hechos ilegales de población en ese lugar. Osea que, el Chernobyl madrileño, no lo sé, pero sí desde luego una zona donde todas las administraciones implicadas deberían tomar conciencia y actuar.
P: ¿Qué medidas se están llevando a cabo para poner fin a esta situación?
R: Por todo este reparto de competencias, desde el Ayuntamiento de Arroyomolinos y desde el minuto uno en el que yo tomé posesión como alcaldesa me he interesado por esa situación y de las pirmera actuaciones que se hicieron fue para ver si se puede acabar con ese poblado de Las Sabinas que está ahí. Hemos empezado las negociaciones con la Comunidad de Madrid para llevar a cabo el desalojo porque, al final, ese asentamiento también genera mucha basura y muchos vertidos, a parte de toda la problemática social que tienen las personas que allí viven.
Además, puesto que cualquier actuación de retirada de escombros o de limpieza no está dentro de las competencias del Ayuntamiento porque no es zona urbana, es precisamente zona no urbana y ahí el Ayuntamiento no puede actuar, hemos solicitado a Confederación Hidrográfica los permisos necesarios para que podamos hacer algo porque cualquier actuación que hace el Ayuntamiento sin la autorización expresa de Confederación Hidrográfica del Tajo conlleva algún tipo de multas.
Creo que vamos a conseguir los permisos para actuar en nuestros arroyos, pero siempre en zona urbana, que es donde el Ayuntamiento tiene competencias, y en este caso una comunicación continua y absoluta con Comunidad de Madrid que a día de hoy son los que están llevando a cabo la retirada. De hecho, me consta y así tenemos los informes, ya han actuado en toda la zona de Móstoles, ya han empezado a actuar en la zona que pertenece a Arroyomolinos y la semana que viene creo que continuan con esa limpieza de vertidos y estaremos siguiendo muy de cerca esa recogida. Además, hemos dado orden a nuestra policía local para que incentive y aumente la vigilancia en esas zonas porque ya no solo se trata de recoger, sino de prevenir y, en este caso, la policía local de Arroyomolinos hará una vigilancia exhaustiva. Al final, los responsables son personas y hay que pillar a las personas que están haciendo estos vertidos en nuestro río.
P: Es fundamental tratar en esta entrevista el tema del desmantelamiento del poblado chabolista de las Sabinas como método de recuperación medioambiental. En 2019, acordasteis con la Comunidad de Madrid el realojamiento de 120 familias
R: No es así exactamente. Lo que hicimos en el 2019 fue retomar las conversaciones para la firma del convenio por el que se pueda desmantelar ese poblado y a raiz de ahi, realojar a las familias que allí viven, al final la administración y la burocracia llevan sus plazos y si es cierto que en 2019 iniciamos las conversaciones, ya tenemos un borrador de ese convenio por el que se puede empezar el desmantelamiento y luego aplicar la política de realojo que tiene la Comunidad de Madrid que siempre es la dispersión territorial, es decir, nuestro objetivo es quitar esas viviendas ilegales que hay en el cauce del río Guadarrama y luego que la Comunidad de Madrid empiece a realojar a las familias según su política de realojo.
P: ¿Cuándo crees que podremos hablar de un Guadarrama totalmente limpio?
R: No lo sé, me encantaría decirte un tiempo, un plazo, pero como te he dicho influyen muchos factores. Influyen las competencias de cada administración, este desmantelamiento que nos ocupa en la parte que corresponde a Arroyomolinos, los plazos administrativos y, luego, influye una cosa que es el civismo. Si las personas de verdad se concienciaran, los que van ahí a echar escombros, los que quitan un electrodoméstico de su casa y la vía fácil es montarlo en el coche y tirarlo allí que no me ve nadie...si hubiese un poquito más de conciencia ciudadana seguro que algún día, no lejano, podríamos decir que nuestra zona, porque además es un privilegio lo que tenemos en nuestro municipio, es realmente una zona de calidad medioambiental.