GlocalPressUrjc

Menú principal

Se encuentra usted aquí

Luchar contra una lacra

Opinión
Sociedad
En apenas cuatro meses de este año 2017, 24 es el número de víctimas que la violencia de género se ha cobrado, una violencia que pesa cada día más en la conciencia colectiva

La cifra vuelve a sorprendernos, a golpearnos sin previo aviso y a demostrarnos que algo estamos haciendo mal como seres cívicos. En apenas cuatro meses de este año 2017, 24 es el número de víctimas que la violencia de género se ha cobrado, una violencia que pesa cada día más en la conciencia colectiva de esta sociedad que conformamos y en la que vivimos. ¿Qué es lo que no está funcionando? ¿Qué hay que cambiar? Son las preguntas que todos nos hacemos, todos los que queremos luchar contra esta horrible lacra que nos azota.

A mí, como seguramente a muchos de vosotros, me educaron dentro de un sistema de aparente, aunque no por ello cierto, clima de igualdad. En casa, mi padre se ocupaba de demostrarme con su ejemplo que un hombre no estaba menos capacitado para hacer las tareas del hogar que una mujer, y mi madre se preocupaba por inculcarme aquellos valores que en un futuro me permitieran sentirme lo suficientemente valiente para hacer cualquier tarea, sin que nadie pudiera atreverse a decirme un “tú no puedes” sólo por ser mujer. De igual modo, se preocupaban de hacerme entender que quien te quiere, no te corta las alas, te las da. Desgraciadamente este año ya van 24 alas cortadas, 24 vidas perdidas por culpa de la terrible masacre que supone esta violencia.

En el colegio e instituto también se preocupaban por hacernos entender el concepto de igualdad. De vez en cuando nos convertíamos en un público potencial de algunas de las charlas que trataban de concienciar sobre ello y en clase los profesores siempre trataban de mostrar que todos nos encontrábamos igualmente capacitados para cualquier reto que se nos presentara. Sin comerlo ni beberlo, nosotros los jóvenes, recogíamos un difícil testigo, nos convertíamos así en los encargados de acabar con una mentalidad tan atroz como arraigada, y de mostrar con nuestro ejemplo de “educación igualitaria” cual era el comportamiento a seguir.

Nos hemos creído durante mucho tiempo que lo estábamos haciendo bien, pero siento decir que creo profundamente que no es así, aunque como mujer me pese decirlo. Nos encontraremos totalmente libres de la violencia machista el día que no sea necesario dar charlas en los institutos sobre igualdad porque ésta, será un concepto totalmente implantado en la mente de cada uno de los que la formamos. Cuando no sea necesario decirle a nuestras hijas que vuelvan pronto a casa porque nos da pavor que anden solas por la calle a ciertas horas de la noche. Cuando dejemos de ver en la prensa a un eurodiputado diciendo que las mujeres son menos inteligentes que los hombres, o a un presentador de un programa de gran audiencia en televisión opinando que las mujeres se dividen entre las que saben perrear y las que no.  A lo mejor a muchos les sigue sorprendiendo, pero la diversidad de nuestro género es tal que difícilmente se nos podría agrupar en un par de categorías tan tremendamente superficiales y sexistas.

Es así como la realidad se encarga de golpearnos directamente en la cara, para que dejemos de conformarnos, de ser ilusos y pensar que lo estamos haciendo bien. Cada vez que en las noticias se nos informa de una nueva víctima de violencia de género la sociedad recibe un golpe, un golpe que se encarga de recordarnos que no está todo hecho, que aún no hemos arrancado la mala hierba de raíz y que hay que seguir batallando para que llegue un día en el que podamos decir orgulloso que vivimos en una sociedad plenamente igualitaria. Tenemos que seguir luchando contra esta lacra con la que hay que acabar. 

Desarrollo en Drupal por Suomitech