La cifra de refugiados que llegan a Europa ya supera el millón de personas (datos de 2015. Fuente: ACNUR) por tierra y mar huyendo de guerras y matanzas. No son datos bonitos, ¿verdad? Pues sigamos con los números, que corresponden a personas: también en 2015 la cifra de desaparecidos y fallecidos en el Mediterráneo es de 3.735 personas. Las cifras, además, corresponden en un 42% a mujeres y niños, poco sospechosos de ser, como algún iluminado pretende hacer entender, cualquier tipo de terroristas.
La respuesta de la Unión Europea, como no podía ser de otra manera, no se ha hecho esperar. Cada país, en una breve pero intensa negociación ha marcado las cuotas que sus economías pueden soportar y han procedido sin demora al reparto de personas refugiadas atendiendo al principio de reagrupación familiar. Nos encantaría poder escribir esto y hacerlo sin sarcasmo. La realidad de nuestra Unión Europea ha sido la diametralmente opuesta: tras lentos meses de negociaciones, cada país ha aceptado a regañadientes una cuota de acogida de refugiados mínima. La cual, por cierto, no ha sido aún llevada a cabo en la mayoría de los estados.
Además, en algunos países que han acogido a los migrantes, estos han sido internados en campos de refugiados con condiciones mínimas de subsistencia y, por supuesto con nulas condiciones de bienestar. En Cardiff, capital de Gales, a los que vienen se les marca con una pulsera. No se puede dudar de la buena intención de esta medida, pero la realidad es que ha sido causa de numerosas agresiones por parte de grupos xenófobos a estas personas.
En otros países, como Suecia, la condición de refugiado tiene la duración de unos meses. Una vez acabado el plazo, la familia ha de migrar a otro país para recibir otro trato similar temporal. En septiembre de 2015 el Gobierno de España clamaba a los cuatro vientos la acogida de alrededor de quince mil refugiados; en febrero la cifra no supera la veintena de personas.
Por suerte, y a pesar de la lenta burocracia, existen iniciativas para ayudar a la integración de las personas que vienen a nuestro país por motivos ajenos a su voluntad. En Alcorcón, por ejemplo, encontramos la Fundación Deporte Integra, convirtiéndose así en la primera escuela de integración de refugiados de España.
VÍDEO Presentación de las Escuelas de Integración de refugia2.org
Fuente: ayuntamiento de Alcorcón
Ante toda mala situación siempre surgen iniciativas de personas con intención de cambiar las cosas. Con recursos limitados y mucha ilusión, intentan que la vida de estas personas obligadas a abandonar sus casas, sus amigos, su familia, y encontrarse en un país completamente diferente en cultura, pensamientos, tradiciones, hábitos y formas de pensar.
Sin embargo, y sin ánimo de ser negativos, desde esta tribuna exigimos a los gobiernos y diplomáticos soluciones dignas, justas y rápidas. La vida de cientos de miles de personas depende de ellos. Europa no puede situarse a la vanguardia del mundo mientras no sea capaz de satisfacer adecuadamente las situaciones límite de las personas que llegan a sus fronteras. Y esto se hace no solo con la correcta acogida de los refugiados, sino con la realización de políticas exteriores que aseguren la defensa de los Derechos Humanos en todos los países que deseen tener relaciones económicas con nuestra Unión Europea.
Ya basta de respuestas vagas y de políticas de apariencia. Ni los refugiados merecen este trato inhumano, ni los ciudadanos merecemos la vergüenza de una Unión Europea sin capacidad de resolver. Queremos poder decir “¡viva Europa!”, en lugar de “triste Europa”.
Esta es la Europa de las oportunidades, de la cooperación, de la solidaridad y de la humanidad. La Europa en progreso que recibimos de nuestros padres, la dejamos a las futuras generaciones como la Europa de las fronteras. No olvidemos que la Unión Europea se construyó en un continente de refugiados y exiliados políticos, fruto de una guerra extremadamente genocida y unas intensísimas ansias de libertad ¡Viva Europa!... tristemente Europa.
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Siguen muriendo personas y los políticos no hacen nada...