Nueve de las 17 medallas ganadas por España en los Juegos de Río fueron logradas por mujeres, aunque parece que ello no se refleja en las crónicas deportivas. La mujer es protagonista de noticias en la prensa deportiva en el 5,11% de los casos, mientras que los hombres ocupan el resto de informaciones, según el estudio ‘Mujeres y deporte en los medios de comunicación: estudio de la prensa deportiva española (1979-2010)'.
Mireia Belmonte, Ruth Beitia, Carolina Marín o las selecciones de gimnasia rítmica y baloncesto femenino, han cosechado logros de los que periódicos e informativos se hicieron eco durante un par de días. Pero tras ese 'boom' inicial la prensa continua informando de los éxitos masculinos en mayor proporción.
En cuanto a quien financia sus carreras deportivas, que suelen ser respaldas por grandes marcas, el 0,4 % del total del dinero invertido por estos patrocinadores va a parar a deportistas femeninas; el resto, varones. La brecha salarial es una constante. Por ejemplo, las diez futbolistas mejor pagadas del mundo no llegan a los dos millones de euros en su conjunto, un salario similar al que tienen varios jugadores de equipos de Primera división. Esta brecha significa que, en muchos casos solo ellos puedan dedicarse profesionalmente a su carrera deportiva , que ellas deben compaginar con estudios o trabajos.
Si en el deporte de élite la situación es precaria, en el deporte base la coyuntura no parece ser mejor. “Una de las propuestas que nos ha llegado desde la federación es que juguemos con ropa más ajustada, lo que atraerá, según ellos, más público a los partidos. Es indignante”, señalaba Irene Mulà, una de las integrantes del Club Baloncesto Chamberí de Madrid, uno de los pocos equipos de baloncesto en el que el porcentaje de mujeres se acerca al de los hombres.
Ellas están acostumbradas a no ser tomadas en serio cuando explican que son deportistas. “Mujer, mejor estabas limpiando”, es una de las frases más ‘light’ que le dedicaron a Eva Alcaide, una linier de la Segunda Andaluza de fútbol que fue increpada por chavales de entre 13 y 17 años durante un partido.
En la otra cara de la moneda, comienzan a aparecer pequeños avances. Así lo cree quien fuera hasta 2016 secretario de Estado para el deporte, Miguel Cardenal, que destaca el trabajo realizado por las federaciones. “Han entendido que deben apostar por igual, por el deporte femenino y masculino. Cuando han tenido las mismas oportunidades que los hombres, las mujeres no solo han igualado sus resultados, sino que incluso los han superado, porque están acostumbradas a tenerlo más difícil”.
Por ello, y como método para igualar la situación, desde la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional, reclaman una cuota del 50 % para el deporte femenino en los medios públicos, algo muy lejos hoy en día. "Si el deporte femenino saliera en televisión, la gente lo vería. No es cuestión de deporte masculino o femenino, es cuestión del deporte que sale por la televisión", afirma su secretaria general, Pilar Calvo.
Queda demostrado que las mujeres deportistas, aún sin tener los mismos medios de los que disponen sus colegas varones, alcanzan los mismos logros deportivos que ellos, e incluso llegan, en ocasiones, a superarlos. Solo el tiempo dirá de qué serán capaces todas estas luchadoras cuando vean por fin igualados a los hombres sus sueldos, su alcance mediático y su repercusión en la sociedad. Pero, es lógico pensar -dados los datos- que continuarán reivindicándose con triunfos.