La ofensiva se ha dividido en dos etapas con un total de 105 misiles. En la primera y más dañina se ha bombardeado con 66 misiles Tomahawk cuyo alcance intermedio oscila entre 800 y 1553 millas. Durante la segunda etapa el protagonismo lo han tenido los artilleros B-1BLancers. De acuerdo con las fuentes oficiales, al menos cuatro militares sirios han perdido la vida.
El presidente de EEUU, Donald Trump, se refirió esa misma noche a la operación militar con un tweet en el que mostraba satisfacción por el buen resultado de la misión. Únicamente se centró en agradecer el cumplimiento por parte de su ejército, sin mostrar ningún arrepentimiento. Además, agradeció la ayuda a Francia e Inglaterra “por la sabiduría y el poder de sus bravos militares”.
A perfectly executed strike last night. Thank you to France and the United Kingdom for their wisdom and the power of their fine Military. Could not have had a better result. Mission Accomplished!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 14 de abril de 2018
La ONU se ha puesto en marcha rápidamente y ha declarado que está en contra de este tipo de bombardeos, sobre todo, cuando se trata de un ataque contra un país miembro, opinión que coincide con la visión internacional. Incluso, el secretario general de la ONU, António Guterres, se atreve a afirmar que "la Guerra Fría ha vuelto". Además, Rusia ha aclarado que esta vez no ha sido avisada del ataque, como resulta habitual en las ofensivas contra el Estado Islámico. Por otro lado, la oposición siria ha pedido a EEUU que continúen con los bombardeos hasta lograr derrocar a los dirigentes políticos, en especial al presidente Bachar al Asad. Abderrahman Mustafa, líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), ha declarado: “El régimen de Al Asad no solo ha matado a civiles sirios con armas químicas, sino también con armas convencionales de forma más amplia, y que han causado la muerte de centenares de miles de víctimas”.
El dirigente de la facción del Ejército de la Victoria, Abdel Muin al Masri, se ha postulado acerca del ataque diciendo que la coalición de EEUU, Francia y Reino Unido se ha centrado en destruir edificios de interés para el pueblo sirio como aeropuertos o fábricas, y no en factorías químicas.
La primera reacción por parte de España ha llegado por parte del ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, quién ha subrayado que España espera que toda la comunidad internacional reaccione contra las armas químicas en territorio sirio puesto que suponen “un crimen contra el Derecho Internacional”. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, por su parte, ha declarado que “es una respuesta legítima y proporcionada a los brutales ataques perpetrados contra la población civil”.
Fuente: Levante-EMV
La ex secretaria de Estado, Hillary Clinton defendió desde un primer momento la necesidad de bombardear las instalaciones aéreas del Gobierno sirio incluso horas antes de que el presidente Donald Trump lo ordenara. En su visita a Nueva York por la Cumbre de Mujeres en el Mundo declaró: “debería haber estado más dispuesto a enfrentarse al presidente sirio, Bachar Al Asad antes de que Rusia se involucrará en la guerra del país”.
El Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, ha comparecido para aclarar que “los bombardeos sobre las instalaciones químicas de Siria no son preludio de una guerra”. Sin embargo, seguirán siendo intransigentes ante el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Asad. También ha hecho especial hincapié en que el ataque no se ha cobrado víctimas civiles y que se han evitado a toda costa los daños a la ciudad.
Queda claro que este brutal bombardeo ha generado diversos posicionamientos en la opinión pública internacional. Preocupa un posible empeoramiento de las relaciones entre Rusia y EEUU, ya que Putin ha apoyado plenamente al régimen sirio de Al Asad, aunque con todos los organismos internacionales que velan por el mantenimiento de la paz, esperemos que esto no desemboque en un conflicto bélico a mayor escala.